lunes, 23 de abril de 2018

Tarta Inauguración "Femme"

Hola buenos días.

Nueva tarta y además, de las que me gusta mucho hacer: sencilla, básica pero muy elegante.

La tienda de moda de Logroño, "Femme", fundada por Merche y Lorena en 2014, organizó un desfile para presentar su nueva colección primavera-verano.

Y para tal evento, una de sus amigas quiso homenajearlas con una preciosa tarta que evocase el espíritu de las creadoras de la tienda y su ropa: mujeres reales, cosmopolitas, modernas y elegantes.

A partir de ahi y basándome en los colores de la firma, idee una tarta neutra, decorada con papel comestible a modo de revistas de moda, chicas desfilando y costura. Y todo ello mezclado con tramas de fondant imitando tejidos de tela.
Por dentro, el bizcocho era de chocolate relleno de merengue suizo de caramelo salado (una nueva combinación irresistible) y la parte de arriba la hice falsa para que se la pudiesen guardar de recuerdo en la tienda.

Un besote y gracias como siempre a todos los que confían una y otra vez en mi trabajo.
Helena

lunes, 9 de abril de 2018

Belin con niños

Buenos días.

Retomo la actividad del blog tras el parón de Semana Santa. Y lo hago precisamente contándoos como nos ha ido durante nuestras vacaciones por tierras Berlinesas.

Tengo que reconocer que tenía muchas, muchas ganas de conocer Berlín. Era una de las ciudades europeas en mi lista de "pendientes" pero a la que nunca a acababa de ir.

Así que este año tras barajar unas cuantas opciones más, finalmente nos decantamos por la capital alemana. 
Tenía mis reservas con ella. Y más haciendo el viaje con niños. Pero tengo que reconocer que ha superado con creces mis expectativas y me ha gustado mucho más de lo que esperaba. Y ello a pesar de que el tiempo no nos acompaño para nada.

No es una ciudad "bonita" al uso. Como podemos decir de París o de Florencia. Pero la historia que tiene detrás la hace sumamente especial e intensa.

Creo que si se va con niños, merece la pena que tengan una cierta edad. Berlin es una lección de historia, de triste historia, en cada uno de sus rincones. Y que ellos puedan apreciar al menos un poco de ello, es fundamental.

Como tengo mucho que contaros, lo voy a hacer como siempre en dos post.

Hoy empezare por las rutas que hicimos durante los 4 días de turismo que estuvimos en Berlin y dejo para el próximo día, los consejos e ideas para hacer del viaje, una experiencia inolvidable.

Vamos allá.

Primer día de turismo
Alojados en Mitte, el barrio central de Berlín (en el próximo post os dejo datos prácticos del viaje, como os he comentado antes), nuestra primera parada fue la visita a la cúpula de Parlamento alemán, el famoso Reichtag, diseñada por Norman Foster.
Fachada del Parlamento Alemán, el "Reichtag"
La visita a la cúpula es gratuita, pero es imprescindible hacer la reserva a través de esta página. Allí reservas día y hora (te dan además 3 opciones) y con llegar un cuarto de hora antes es suficiente. Eso sí, no os dejéis los DNI porque os los van a pedir para poder entrar.

Una vez arriba, te dan unas audio guias gratuitas y vas ascendiendo a la cúpula mientras te explican las vistas que desde ella se ven de toda la ciudad.
Arriba, vistas superiores desde la cúpula de Norman Foster.
Abajo, mis chicos viendo Berlin.
Nos gustó mucho y eso que el día estaba gris y encapotado. Así que imagino que uno con sol, debe ser maravilloso.

Y al lado, está la famosa Puerta de Brandeburgo, símbolo de la ciudad de Berlin y que quedó en medio del muro los años del mismo.
Puerta de Brandeburgo
Tras hacernos unas cuantas obligadas fotos, cogimos un "free tour" con la compañía Sandemans. En la plaza hay muchos guías que os las ofrecen, así que no hay problema de reservas previas.

Estas visitas son gratuitas, duran unas 2-3 horas y al final le das al guía lo que consideras oportuno.

Creo que en Berlin, es fundamental. Escuchar la historia de cada uno de sus rincones hace que muchas veces te llegues a sobrecoger, entender y disfrutar mucho más la ciudad.

Nuestro guía nos llevó por la Plaza de París, donde está la "Puerta de Brandeburgo", la embajada americana y el hotel Adlon, famoso porque por una de sus ventanas es por donde Michael Jackson sacó en volandas a uno de sus hijos.

De allí visitamos el "Monumento del Holocausto", una impresionante cuadrícula formada de manera laberíntica por 2711 cubos grises de hormigón, de distintos tamaños, en homenaje a los judíos asesinados en toda Europa.
Monumento al Holocausto 
Personalmente me impresionó. Cuando lo ves de fuera no dice nada. Pero una vez dentro, sentí angustia. Y tal vez eso es lo que quería el autor del mismo. Me gustó. Me gustó mucho. Si eso se puede decir de un monumento a estos temas.
Seguimos con nuestro guía hasta lo que ahora es un parque infantil en una plaza de viviendas y donde  nos contó que debajo estaba el búnker donde Hitler se suicido.

Por eso creo que es importante el tour, porque si no uno pasa por allí y no hay aparentemente nada. El guía nos explicó que justo en ese punto no quieren hacer nada "visible" para evitar concentraciones de peregrinaje de ultra-derecha.

Cerquita, llegamos a la Postdamer Plazt, donde vimos el primer trozo de muro de todo el viaje.
Observando restos de muro en la Potsdamer Plata
La famosa plaza quedó destruida prácticamente por completo tras la Segunda Guerra Mundial y dividida en dos con el muro. Actualmente es una zona de altos y modernos edificios, centros comerciales y alberga la cúpula de cristal de Sony Center.

También tiene el primer semáforo que se instaló en Europa. Y hablado de semáforos, el muñequito verde de los mismos, llamado "Ampelmann" es de lo más curioso.

En ese punto, dejamos el tour porque era la hora de comer y además, los chicos comenzaban a estar cansados y helados (el tiempo a excepción de un día, ha sido terriblemente frío).

Cominos allí mismo ya que es una zona llena de restaurantes (si queréis saber donde comimos, os lo cuento todo en mi otro blog Disfrutando Sin Gluten), seguimos la ruta por nuestra cuenta hasta llegar a la "Topografía del Terror".

Ubicado donde estuvo la temida sede de la Gestapo, es un museo gratuito al aire libre donde además de conservar un gran trozo del muro de Berlin, se describe mediante fotografías y textos, la historia de las fuerzas de seguridad del régimen de Hitler entre los años 1033 y 1945.
Viendo fotos en la "Topografía del Terror"
Hay fotografías realmente duras y es un lugar sobrecogedor. Curiosamente, mis chicos estuvieron atentos a todas las explicaciones que les íbamos dando y hasta ellos salieron de allí pelín turbados.

Muy cerquita se encuentra el famoso "Checkpoint Charlie", lugar donde mientras duró el muro, era uno de los pocos lugares donde los berlineses occidentales podían pasar -con muchas restricciones y de forma muy puntual- a visitar a sus familiares de la zona oriental.
Actualmente, es un punto muy turístico que tiene también un museo que tiene también un museo, pero no entramos.

Y de allí nos acercamos a la Gendarmenmart, una de las plazas más bonitas de Berlin, presidida por el konzerthaus, sede de la orquesta sinfónica de Berlin, y "escoltada" por dos catedrales góticas idénticas frente a frente: la francesa y la alemana.

Todo ello lo hicimos andando. Pero os contaré esos detalles en otro post.

Segundo día de turismo
Unico día de sol y buen tiempo del viaje, que aprovechamos para ir a una de las visitas mas especiales del mismo: el Campo de Concentración de Sachsenhausen.

Aunque tuvimos nuestras dudas de ir con los chicos, creo que merece sin duda la pena porque es historia viva del pasado más oscuro y turbio de la humanidad. Y con la edad que tienen (a punto de cumplir los 10 y 12 años respectivamente),  ya pueden entender muchas cosas.
Entrada al campo de concentración de Sachsenhausen.
"El trabajo os hará libres"
Se llega en transporte publico en poco menos de una hora desde Berlin. Y en este caso, optamos por las audioguías que te dan al llegar al campo. Cuestan 3€ por persona. La entrada es gratis.

Impresiona. Sobrecoge. Y angustia. Ciertos espacios angustian mucho.
Os puedo asegurar que como me pasó tras la vista a la Sinagoga de Budapest, toda la vuelta en tren a Berlin la hice en un estado de introspección y tristeza.

Había que remontar el día, así que al llegar de nuevo a Berlin y aprovechando el sol que lucía, nos dirigimos a la East Side Gallery.
Foto super "Instagramer"
Es el mayor trozo de muro conservado (1,3 km) y donde tras su caída, permitieron a artistas de todo el mundo pintar lo que sentían, de modo que es toda una obra de arte al aire libre. Me encantó.

De allí, caminado un largo pero estupendo paseo, llegamos a la Alexander Plazt, otro de los puntos neurálgicos de la ciudad y centro del antiguo Berlin oriental, donde se encuentran entre otras cosas, la Torre de la Televisión, que es el edificio más alto de todo Europa. Se puede subir a ella e incluso comer/cenar porque hay un restaurante, pero no lo hicimos. También está allí el famoso el reloj mundial.

Al ser sábado, había muchísimo ambiente y además un mercadillo de artesanía y puestos de "currywust", o lo que viene siendo salchichas cocidas con una salsa de tomate y curry, así que allí acabamos el día.
Puestos de comida alemana en la Alexander Plata
Tercer dia de turismo
El frio y la lluvia hicieron acto de presencia con contundencia, así que nuestros planes de ir a la ciudad de Potsdam quedaron relegados.

Nuestra alternativa por la mañana fue visitar la zona de Kurfürstenmm, perteneciente al Berlin occidental y una de las calles de tiendas y centros comerciales más famosos de la ciudad.

Además allí se encuentra la Iglesia memorial al Kaiser Wilhelm, construida bajo el mandato de Guillermo II, bombardeada intensamente en la Segunda Guerra Mundial y a la que los berlineses han decidido mantener tal cual está como recordatorio de lo que la guerra hace: destruir.
En esa calle y junto al Tiergarten, el parque más grande de la ciudad, están el zoo y el acuario. No era nuestra idea entrar pero el frío intenso hizo que nos decantásemos por entrar un rato en el acuario y de paso, entrar en calor.

Por la tarde cambiamos de zona y nos fuimos a visitar primero los patios del barrio judío, los Hackesche Hofe, un conjunto de patios llenos de tiendas y restautantes restaurados y que merecen la pena sin duda.
Antiguos Patios Judíos del Hackeche Hofë
Muy cerca si quereis visitarla, se encuentra la mayor Sinagoga de Berlin (se puede visitar por dentro) y al lado de los patios está la plaza de Hackeche Markt, una de las mas animadas de la ciudad. Pero llovía-nevaba tanto que apenas la pudimos disfrutar.

De allí nos acercamos hasta el Museo de la DDR, donde te cuentan de manera divertida e interactiva, como era la vida del Berlin Oriental los años del muro.

Sinceramente, me decepciono un poco porque entre otras cosas, había muchísima gente.Y también me hizo sentir mayor. En la zona de como eran las casas en los años 80, me encontré un ¡¡¡¡póster de los "Mother Talking"¡¡¡¡¡ Seguro que más de alguna estáis sonriendo en este momento.

Eso sí, si quereis visitarlo, os recomiendo que reservéis entradas on-line en su web, porque había una fila para entrar enorme.

Y con ello nos retiramos al hotel. Nevaba mucho y la piscina calentita nos esperaba.

Cuarto día de turismo.
Somos de Pamplona y sabemos lo que es el frío. Pero el de Berlin era insuperable. Temperaturas bajo cero, nieve helada y un viento importante hizo que desistiésemos definitivamente de ir a Potsdam y optar de nuevo por lugares cerrados para resguardarnos. Una pena, pero contra las inclemencias del tiempo nada se puede hacer.

Así que la primera visita de esa mañana fue al Museo de Historia Natural. Tras haber visitado hace casi 3 años el de Nueva York, este es pequeñito, pero muy apañado la verdad. Nos costó con la entrada familiar 15€ (dos adultos y hasta 3 niños menores de 15 años).

La parte de la evolución de la tierra es fantástica, así como las réplicas de los dinosaurios que por supuesto, encantaron a mis hijos.

Cuando salimos y aprovechando que en ese momento no llovía-nevaba en exceso y la cercanía al lugar, fuimos a visitar el "Berlin Wall Memorial", otra zona del muro en la calle Bernauer que es realmente sobrecogedor. Se puede subir de forma gratuita a una torre desde la cual se ve como era la división de la calle y hay un centro de documentación muy interesante.
Berlin Wall Memorial. Uno de los lugares que más me sobrecogieron de Berlin.
Tras comer, teníamos reservada con hora la entrada al Museo Pergamo, dentro de la isla de los Museos (había colas de más de dos horas para poder coger ticket en el momento). Una pena que su principal atracción, el Altar de Pergamo que da nombre al museo, está siendo restaurado, por lo que hasta el 2020 no se podrá visitar.
Pero ver la entrada de las Puertas de la ciudad de Babilonia o el Mercado de Mileto, bien merecen la pena al museo, que se ve por cierto, de manera bastante rápida.

Al lado está la gran catedral. Se puede visitar por dentro y la subida a la cúpula debe tener unas vistas espectaculares. Pero como veis en las fotos, el día apenas tenía visibilidad y el cansancio hizo mella en nosotros, así que decidimos volver paseando hasta el hotel por la Unter den Linden, una de las calles principales de la ciudad que conecta precisamente la Alexander Platz con la Puerta de Brandeburgo.
Gran Catedral de Berlin con la torre de la televisión al fondo, entre la niebla.
Y así en resumen (o no tanto), este ha sido nuestro viaje a Berlin. 4 días de turismo intenso que pudo haberlo sido más si el tiempo nos hubiese acompañado.

Aun así como os decía al principio, he vuelto con unas sensaciones fantásticas de la ciudad y mis hijos han aprendido muchísimo en vivo y en directo.

Dejo para el próximo post como organizar el viaje y truquis para que todo salga genial.

Un besote y gracias como siempre por estar al otro lado.
Helena