Hola buenos días.
Hoy toca despedida. Desconexión temporal. Descanso.
Aun nos quedan unos cuantos días para irnos de vacaciones a la playa y seguimos disfrutando de los sanfermines, pero hoy escribo el último post de la temporada hasta finales de agosto o septiembre, veremos.
Estos han sido unos 6 meses un tanto "peculiares" en mi vida. Comencé el año haciéndome pruebas varias y diversas debido a mis problemas intestinales y acabé descubriendo como sabéis que mi hijo pequeño Nicolás y yo somos celíacos.
Eso cambió mi visión del mundo. Y aunque suene un poco exagerado, os aseguro que no es así. Cambio mi forma de trabajar. Cambiaron mis rutinas. Y no ha sido fácil pero aquí estamos. Más guapos, más estupendos y sobre todo, más sanos que antes. Jajajajaja.
Todo ello también ha supuesto un cambio de chip en lo que esto de la repostería significa para mí. Me apasiona, me entusiasma lo que hago. Y lo pienso seguir haciendo. Pero a mí no me van las competencias (y más las desleales), no me van los piques, los celos y las envidias. Nunca voy a entrar en ese juego.
Porque a mí lo que me gusta, con lo que disfruto es cuando entrego las tartas a sus destinatarios y veo su cara de emoción, de sorpresa y de alegría. Lo que me llena de orgullo (como díría aquel) es recibir una llamada o un wasap de ese mismo destinatario para decirme al día siguiente que la tarta, además de bonita, estaba rica, riquísima. Y eso, no me lo quita nadie. Y para eso me dedico yo con toda mi pasión a eso.
Dicho lo cual (que menudo mitin os estoy pegando pero para eso es mi blog), gracias infinitas a todos y todas los que fielmente estáis aquí día tras día; los que me animáis con vuestros comentarios o me leéis ahí en la sombra; los que me ayudáis con mis dudas.
Os deseo el mejor verano del mundo. Que descanséis, juguéis en la playa, os toméis una cerveza (o varias) en la playa; subáis un monte, leáis un montón de libros y durmáis largas siestas; disfrutéis con los amigos y familia; en definitiva, sed felices (aunque sean pequeños momentos, esos no os los quita nadie).
Os quiero mucho.
Helena