Hola buenos días.
Hace un par de semanas en este post, os dí unas pinceladas/consejos de lo que fue nuestro viaje a Londres la pasada Semana Santa.
Estuvimos 5 días. Bueno, quitando los viajes, 4 días enteros disfrutando de la ciudad. Aunque Londres tiene miles de cosas por ver y por hacer, si vais con niños (y con abuelos) como fue nuestro caso, 4/5 días son suficientes para venirse con una idea general de lo que es la ciudad.
Sé que Londres tiene mil lugares, mil rincones, mil museos. Pero como os digo, para hacerse una idea general y eso sí, andando mucho, da tiempo a ver muchas cosas. Os cuento cómo fueron nuestras rutas por si os sirven de guía. Vamos allá.
Día 1: Llegada, Trafalgar Square, Convent Garden y Picadilly Circus
Llegamos a Londres a las 13:30h y en poco menos de una ya estábamos haciendo el checking en el aparta-hotel. Ya os conté que estuvimos maravillosamente alojados en el Citadines Trafalgar Square.
Día 1: Llegada, Trafalgar Square, Convent Garden y Picadilly Circus
Llegamos a Londres a las 13:30h y en poco menos de una ya estábamos haciendo el checking en el aparta-hotel. Ya os conté que estuvimos maravillosamente alojados en el Citadines Trafalgar Square.
La verdad es que teníamos ganas de aprovechar el tiempo, así que prácticamente dejamos las maletas y nos echamos a la calle.
Como os conté en el post anterior, nuestro hotel estaba ubicado en pleno centro lo cual nos permitió llegar a muchas de las principales zonas andando. Todo un lujo.
Y que mejor que comenzar nuestra ruta londinense por Trafalgar Square. Probablemente una de las más importantes y animadas de la ciudad.
Presidida por la National Gallery y con el Big Ben al fondo, los leones que bajo la Columna de Nelson son el lugar ideal donde a los peques de la casa les encanta sacarse mil fotos.
Como nos daba tiempo antes de cerrar (acordaros que todos los museos los cierran a las 18:00 menos los viernes) decidimos entrar en la National Gallery con el fin único de ver "Los Girasoles" de Van Gogh. La verdad es que la pinacoteca es un poco liosa y se pierde mucho tiempo entre pasillos, pero merece la pena. Nosotros con los chicos estuvimos una hora. Pero mis padres volvieron el viernes un buen rato.
Seguimos hacia Leicester Square, plaza conocida por estar rodeada de cines y teatros donde se hacen los grandes musicales de Londres.
Y un poquito más adelante, está la archifamosa Picadilly Circus. Eso sí, las pantallas luminosas han desaparecido porgue las van a sustituir por unas nuevas más modernas. Así que la verdad, la plaza ha perdido gran parte de su encanto.
Y eso es lo que dio de sí la primera tarde. Bien aprovechada sin duda.
Día 2. Londres clásico, Harrods y Museos
Amaneció soleado y con una temperatura estupenda, así que tras un buen desayuno, la primera parada estaba clara: ir hacia "Buckingham Palace", situado a 15 minutos andado desde nuestro hotel. Es un paseo muy chulo por The Mall.
Y cuando llegas allí, te encuentras con la marabunta. madre mía que de gente había. Esperaban el cambio de guardia, pero no nos quedamos.
Y fue genial no hacerlo porque sin querer llegamos a la zona donde se preparan para salir. Y allí estaban desfilando con la banda de música. Así que pudimos ver cómo lo hacen y sin nada de gente. Muy curioso la verdad.
Caminamos por la parte sur de los jardines de St. James (que bonitos y que cuidados los tienen) hasta llegar a ese punto maravilloso donde toooodos nos hacemos fotos: las típicas cabinas rojas con el Big Ben al fondo.
La verdad es que es una zona preciosa donde se ubican las casas del Parlamento y la abadía de Westminster. Ambas se pueden visitar pero las entradas nos parecieron muy caras así que sólo las vimos por fuera.
Llegamos hasta el tristemente famoso puente de Westminster donde días antes se había producido el atentado, para ver el Big Ben desde abajo y admirar las vistas del Támesis y del London Eye.
De ahí, hasta Downing Street (donde vive la en este caso, primera ministra y del que no se ve nada de nada, pero es parada obligada) y seguido está el Horse Guard Palace, un campo de desfiles pero que lo que tiene de "molon" para los niños es que están los guardias montados a caballo para hacerse fotos con todo aquel que quiera.
La mañana estaba echada así que tras comer en un restaurante italiano 100% sin gluten (en mi otro blog, Disfrutando Sin Gluten os cuento lo bien que comimos), cogimos un bus y nos dejó en la puerta de Harrods.
Harrods es inmenso así que nos básicamente nos centramos en el mercado de abastos de la planta baja, realmente alucinante; y la planta de los souvenirs.
De allí bajamos andando por Bromptom Rd. hasta la confluencia con Exhibition Rd. donde están el Museo de Ciencias Naturales y Museo de la Ciencia.
En el primero no entramos ya que aunque dicen que es espectacular, hace dos años estuvimos en el de Nueva York y dicen que son muy similares. Así que optamos por entrar en el de ciencias. Y si os digo la verdad, nos decepcionó un poquito. Creo que el de Barcelona o el de San Sebastián son mas interactivos y divertidos para los niños. Pero bueno, como son gratis, allí estuvimos como hora y media. Y mientas mis hijos correteaban de lado a lado, los mayores descansábamos un rato.
Eran las 6 de la tarde cuando salimos de allí y nos encaminamos hacia Hyde Park. Nos dimos un paseo por él hasta llegar al Royal Albert Hall. Precioso. Lo malo es que lo están reformando y no lo pudimos ver en todo su esplendor.
Y con esto y un bizcocho, el día estaba hecho. Agotados volvimos al hotel.
Día 3. Torre de Londres, la City, Southbank y Hamleys
El cielo amaneció gris pero la temperatura estupenda, así que de nuevo para las 9:30 estábamos en la calle.
Cogimos el metro y directos a Torre de Londres. Aquí llevábamos las entradas cogidas on-line porque se suelen organizar grandes colas y además son un poco más baratas. También os digo que a la hora que llegamos, apenas había gente. Hay una entrada familiar (2 niños y hasta 3 adultos) que nos costó 59L (unos 70€).
Y que queráis que os diga. Nos encantó. Las Joyas de la Corona son una pasada y el resto de edificaciones con parte de la historia de Londres está muy bien. Da para un par de horas la mar de entretenidas.
Cuando sales, las vistas del Puente de Londres y del Támesis son preciosas. Frente a la torre está el City Hall y el HMS Belfast, un barco museo de la Marina Real Británica.
Nosotros no lo cruzamos porque tras salir de la Torre, teníamos una de las visitas más chulas que hemos hecho estos días: la subida al edificio que llaman "Walkie Talkie" donde en su planta superior, creo recordar que la 35, se encuentra el Sky Gardens un maravilloso mirador del que observar tooooda la ciudad. Y lo mejor de lo mejor: ¡¡es gratis¡¡
Aquí tengo que darle las enormes gracias a Ana de Celebra con Ana, ya que tras su relato de su viaje familiar a Londres el año pasado, me descubrió este maravilloso lugar.
Lo único que hay que hacer es un par de semanas antes reservar hora a través de su web, estar allí 10 minutos antes y listo. De verdad que merece la pena porque las vistas son realmente impresionantes. Hasta a mi madre, que tiene vértigo y le dan miedo, le alucinó.
Al bajar nos fuimos a comer a uno de los restaurantes del "Leadenhall Market" uno de los lugares donde todos los financieros de la city bajan a comer diariamente y donde se han rodado varias imágenes de una de las películas de "Harry Potter".
Como sosmo una familia de "caminantes", tras la comida atravesamos "La City" hasta llegar a la Catedral de St.Paul. Tampoco entramos ya que David y yo la habíamos visto en nuestro anterior viaje a Londres.
Justo frente a la Catedral, está el Milenium Bridge que cruza el Támesis hasta llegar a la Tate Modern. Entramos para ver la inmensa sala de turbinas, un espacio gigantesco y vacío y aprovechamos para ir al wc. Y de allí, caminando por lo que llaman el "Southbank" llegamos hasta el "London Eye", la famosa noria que construyeron en el año 2000. Teníamos dudas de si subir o no. Pero las colas para coger entradas eran infernales (se pueden coger on-line) y además, tras haber tenido las vistas espectaculares desde el "Sky Gardens" ese mismo día y teniendo en cuenta lo carísima que es, cerca de 30€ por persona por media hora, decidimos pasar.
Los chicos empezaban a protestar por el cansancio pero como aún no queríamos ir al hotel, optamos por coger un metro y directos a Hamleys, una inmensa juguetería en pleno Regent St. donde a mis hijos se les pasó el cansancio al momento.
Tras más de una hora disfrutando de todos los juguetes inimaginables y comprarse los peques un par de caprichos, dimos por finalizado nuestro día. Bueno, David y yo aprovechando que estábamos con los abuelos, salimos a cenar "de novios", pero esa es otra historia. Jajaja
Día 4. Candem Town, Oxford St., British Museum y London Eye
Metro directo y en 20 minutos estábamos en "Candem Town" uno de los mercados callejeros más famosos de Londres.
Hicimos bien en ir pronto porque dos horas después, cuando nos íbamos, las hordas de gente que llegaban eran alucinantes. No quiero imaginarme que puede ser eso en fin de semana.
La verdad es que los mercadillos de Londres son un "must". Yo conocía el de Notting Hill de nuestro otro viaje. Pero creo que Camden me gustó más.
Tiene una parte muy turística llena de puestos donde venden los típicos souvenirs. Por cierto, más baratos que en el resto de la ciudad así que si queréis comprar alguno, aprovechad a hacerlo allí.
Pero además hay muchos, muchísimos puestos de artículos verdaderamente curiosos y chulos en los que merecen la pena detenerse un buen rato.
Por supuesto, la decoración de las casas es genial. A mis hijos les encantó.
Y de allí metro hasta Oxford y Regent St. zona de compras por excelencia en Londres.
Entramos en unas cuantas tiendas como en la maravillosa Lush (de jabones artesanales y bombas de baño geniales donde hasta mis hijos se lo pasaron en grande); en "Top Shop" y en un "H&M" espectacular. Pero la verdad, mi madre y yo no pudimos recrearnos en ellas con calma y tengo que reconoceros que me he quedado con ganas de compras. Tendremos que hacernos una escapada de chicas... jajaja.
Tras comer, nos quedaba uno de los grandes planes del viaje: la visita al British Museum. Me esperaba mas gente. La había, pero pudimos ver todo muy bien. Mi padre, un enamorado del arte griego, alucinó con los frisos del Partenón. La verdad es que cuando los ves, piensan que deberían estar en su lugar real. Pero tal y como están las cosas, igual de no estar preservados, ni existían.
Sea como sea, es maravilloso museo para darnos cuenta de lo grande que puede llegar a ser el ser humano. Entretenido para los niños, la zona de las momias es lo más.
En un par de horas estábamos realmente cansados así que decidimos coger un bus hasta la parada más cercana al Big Ben y volver a esa zona tan bonita. Cruzamos el puente de Westminster hasta el London Eye y allí nos pasamos un buen rato disfrutando de las vistas del Parlamento y del ambiente que tiene esa zona.
Y cuando comenzó a refrescar, en 10 minutos andando estábamos en el hotel.
Día 5. Soho, Chinatown, Picadilly
Con todo lo que llevábamos en nuestros planes visto, esta última mañana antes de volver a casa nos dedicamos a recorrer el Soho, con sus miles de restaurantes y de tiendecitas preciosas; paseamos por la archi conocida "Carnaby Street", por Chinatown; volvimos a Picadilly y a Leicester Square; dedicamos un buen rato a la "Lego Strore" y a la tienda de "Emanen´s"; disfrutamos del ambiente, que al final, es de las mejores cosas que tiene Londres.
Como era el día St. George, nos dimos una vuelta de nuevo por Trafalgar Square, donde habían instalado un escenario (por la tarde tocaba la sinfónica de Londres) y había montones de puestos de comida y gente con banderas de Reino Unido por todos lados.
Y tras comer, de nuevo a Heatrow para unas horas después, llegar a nuestra Pamplona cargados con una maravillosa experiencia en Londres.
Como os decía al principio, este viaje me ha servido para reconciliarme con la ciudad. Para disfrutar viendo como a mis hijos le encanta cada vez más viajar; para emocionarme viendo como mi padre les explicaba a sus nietos la historia de los antiguos egipcios. En definitiva, un viaje increíble que siempre se quedará en nuestra memoria.
Espero que os haya gustado mi relato y si vais a Londres con niños, os pueda servir como pequeña guía de viaje. Con cariño
Helena
Y que mejor que comenzar nuestra ruta londinense por Trafalgar Square. Probablemente una de las más importantes y animadas de la ciudad.
Presidida por la National Gallery y con el Big Ben al fondo, los leones que bajo la Columna de Nelson son el lugar ideal donde a los peques de la casa les encanta sacarse mil fotos.
Como nos daba tiempo antes de cerrar (acordaros que todos los museos los cierran a las 18:00 menos los viernes) decidimos entrar en la National Gallery con el fin único de ver "Los Girasoles" de Van Gogh. La verdad es que la pinacoteca es un poco liosa y se pierde mucho tiempo entre pasillos, pero merece la pena. Nosotros con los chicos estuvimos una hora. Pero mis padres volvieron el viernes un buen rato.
De ahí caminamos hasta la zona de Convet Garden. Hay poco más de 5 minutos andando. Antiguo mercado de flores, frutas y verduras desde 1660, actualmente es una zona con mucho encanto donde además de haber tiendas pequeñas e ideales, hay muchos puestos de comida. Y todo ello con animadas actuaciones de magos y hasta cantantes de opera.
Seguimos hacia Leicester Square, plaza conocida por estar rodeada de cines y teatros donde se hacen los grandes musicales de Londres.
Y un poquito más adelante, está la archifamosa Picadilly Circus. Eso sí, las pantallas luminosas han desaparecido porgue las van a sustituir por unas nuevas más modernas. Así que la verdad, la plaza ha perdido gran parte de su encanto.
Y eso es lo que dio de sí la primera tarde. Bien aprovechada sin duda.
Día 2. Londres clásico, Harrods y Museos
Amaneció soleado y con una temperatura estupenda, así que tras un buen desayuno, la primera parada estaba clara: ir hacia "Buckingham Palace", situado a 15 minutos andado desde nuestro hotel. Es un paseo muy chulo por The Mall.
Y cuando llegas allí, te encuentras con la marabunta. madre mía que de gente había. Esperaban el cambio de guardia, pero no nos quedamos.
Y fue genial no hacerlo porque sin querer llegamos a la zona donde se preparan para salir. Y allí estaban desfilando con la banda de música. Así que pudimos ver cómo lo hacen y sin nada de gente. Muy curioso la verdad.
Caminamos por la parte sur de los jardines de St. James (que bonitos y que cuidados los tienen) hasta llegar a ese punto maravilloso donde toooodos nos hacemos fotos: las típicas cabinas rojas con el Big Ben al fondo.
La verdad es que es una zona preciosa donde se ubican las casas del Parlamento y la abadía de Westminster. Ambas se pueden visitar pero las entradas nos parecieron muy caras así que sólo las vimos por fuera.
Llegamos hasta el tristemente famoso puente de Westminster donde días antes se había producido el atentado, para ver el Big Ben desde abajo y admirar las vistas del Támesis y del London Eye.
De ahí, hasta Downing Street (donde vive la en este caso, primera ministra y del que no se ve nada de nada, pero es parada obligada) y seguido está el Horse Guard Palace, un campo de desfiles pero que lo que tiene de "molon" para los niños es que están los guardias montados a caballo para hacerse fotos con todo aquel que quiera.
La mañana estaba echada así que tras comer en un restaurante italiano 100% sin gluten (en mi otro blog, Disfrutando Sin Gluten os cuento lo bien que comimos), cogimos un bus y nos dejó en la puerta de Harrods.
Harrods es inmenso así que nos básicamente nos centramos en el mercado de abastos de la planta baja, realmente alucinante; y la planta de los souvenirs.
De allí bajamos andando por Bromptom Rd. hasta la confluencia con Exhibition Rd. donde están el Museo de Ciencias Naturales y Museo de la Ciencia.
En el primero no entramos ya que aunque dicen que es espectacular, hace dos años estuvimos en el de Nueva York y dicen que son muy similares. Así que optamos por entrar en el de ciencias. Y si os digo la verdad, nos decepcionó un poquito. Creo que el de Barcelona o el de San Sebastián son mas interactivos y divertidos para los niños. Pero bueno, como son gratis, allí estuvimos como hora y media. Y mientas mis hijos correteaban de lado a lado, los mayores descansábamos un rato.
Eran las 6 de la tarde cuando salimos de allí y nos encaminamos hacia Hyde Park. Nos dimos un paseo por él hasta llegar al Royal Albert Hall. Precioso. Lo malo es que lo están reformando y no lo pudimos ver en todo su esplendor.
Y con esto y un bizcocho, el día estaba hecho. Agotados volvimos al hotel.
Día 3. Torre de Londres, la City, Southbank y Hamleys
El cielo amaneció gris pero la temperatura estupenda, así que de nuevo para las 9:30 estábamos en la calle.
Cogimos el metro y directos a Torre de Londres. Aquí llevábamos las entradas cogidas on-line porque se suelen organizar grandes colas y además son un poco más baratas. También os digo que a la hora que llegamos, apenas había gente. Hay una entrada familiar (2 niños y hasta 3 adultos) que nos costó 59L (unos 70€).
Y que queráis que os diga. Nos encantó. Las Joyas de la Corona son una pasada y el resto de edificaciones con parte de la historia de Londres está muy bien. Da para un par de horas la mar de entretenidas.
Cuando sales, las vistas del Puente de Londres y del Támesis son preciosas. Frente a la torre está el City Hall y el HMS Belfast, un barco museo de la Marina Real Británica.
Nosotros no lo cruzamos porque tras salir de la Torre, teníamos una de las visitas más chulas que hemos hecho estos días: la subida al edificio que llaman "Walkie Talkie" donde en su planta superior, creo recordar que la 35, se encuentra el Sky Gardens un maravilloso mirador del que observar tooooda la ciudad. Y lo mejor de lo mejor: ¡¡es gratis¡¡
Aquí tengo que darle las enormes gracias a Ana de Celebra con Ana, ya que tras su relato de su viaje familiar a Londres el año pasado, me descubrió este maravilloso lugar.
Lo único que hay que hacer es un par de semanas antes reservar hora a través de su web, estar allí 10 minutos antes y listo. De verdad que merece la pena porque las vistas son realmente impresionantes. Hasta a mi madre, que tiene vértigo y le dan miedo, le alucinó.
Al bajar nos fuimos a comer a uno de los restaurantes del "Leadenhall Market" uno de los lugares donde todos los financieros de la city bajan a comer diariamente y donde se han rodado varias imágenes de una de las películas de "Harry Potter".
Como sosmo una familia de "caminantes", tras la comida atravesamos "La City" hasta llegar a la Catedral de St.Paul. Tampoco entramos ya que David y yo la habíamos visto en nuestro anterior viaje a Londres.
Justo frente a la Catedral, está el Milenium Bridge que cruza el Támesis hasta llegar a la Tate Modern. Entramos para ver la inmensa sala de turbinas, un espacio gigantesco y vacío y aprovechamos para ir al wc. Y de allí, caminando por lo que llaman el "Southbank" llegamos hasta el "London Eye", la famosa noria que construyeron en el año 2000. Teníamos dudas de si subir o no. Pero las colas para coger entradas eran infernales (se pueden coger on-line) y además, tras haber tenido las vistas espectaculares desde el "Sky Gardens" ese mismo día y teniendo en cuenta lo carísima que es, cerca de 30€ por persona por media hora, decidimos pasar.
Los chicos empezaban a protestar por el cansancio pero como aún no queríamos ir al hotel, optamos por coger un metro y directos a Hamleys, una inmensa juguetería en pleno Regent St. donde a mis hijos se les pasó el cansancio al momento.
Tras más de una hora disfrutando de todos los juguetes inimaginables y comprarse los peques un par de caprichos, dimos por finalizado nuestro día. Bueno, David y yo aprovechando que estábamos con los abuelos, salimos a cenar "de novios", pero esa es otra historia. Jajaja
Día 4. Candem Town, Oxford St., British Museum y London Eye
Metro directo y en 20 minutos estábamos en "Candem Town" uno de los mercados callejeros más famosos de Londres.
Hicimos bien en ir pronto porque dos horas después, cuando nos íbamos, las hordas de gente que llegaban eran alucinantes. No quiero imaginarme que puede ser eso en fin de semana.
La verdad es que los mercadillos de Londres son un "must". Yo conocía el de Notting Hill de nuestro otro viaje. Pero creo que Camden me gustó más.
Tiene una parte muy turística llena de puestos donde venden los típicos souvenirs. Por cierto, más baratos que en el resto de la ciudad así que si queréis comprar alguno, aprovechad a hacerlo allí.
Pero además hay muchos, muchísimos puestos de artículos verdaderamente curiosos y chulos en los que merecen la pena detenerse un buen rato.
Por supuesto, la decoración de las casas es genial. A mis hijos les encantó.
Y de allí metro hasta Oxford y Regent St. zona de compras por excelencia en Londres.
Entramos en unas cuantas tiendas como en la maravillosa Lush (de jabones artesanales y bombas de baño geniales donde hasta mis hijos se lo pasaron en grande); en "Top Shop" y en un "H&M" espectacular. Pero la verdad, mi madre y yo no pudimos recrearnos en ellas con calma y tengo que reconoceros que me he quedado con ganas de compras. Tendremos que hacernos una escapada de chicas... jajaja.
Tras comer, nos quedaba uno de los grandes planes del viaje: la visita al British Museum. Me esperaba mas gente. La había, pero pudimos ver todo muy bien. Mi padre, un enamorado del arte griego, alucinó con los frisos del Partenón. La verdad es que cuando los ves, piensan que deberían estar en su lugar real. Pero tal y como están las cosas, igual de no estar preservados, ni existían.
Sea como sea, es maravilloso museo para darnos cuenta de lo grande que puede llegar a ser el ser humano. Entretenido para los niños, la zona de las momias es lo más.
En un par de horas estábamos realmente cansados así que decidimos coger un bus hasta la parada más cercana al Big Ben y volver a esa zona tan bonita. Cruzamos el puente de Westminster hasta el London Eye y allí nos pasamos un buen rato disfrutando de las vistas del Parlamento y del ambiente que tiene esa zona.
Y cuando comenzó a refrescar, en 10 minutos andando estábamos en el hotel.
Día 5. Soho, Chinatown, Picadilly
Con todo lo que llevábamos en nuestros planes visto, esta última mañana antes de volver a casa nos dedicamos a recorrer el Soho, con sus miles de restaurantes y de tiendecitas preciosas; paseamos por la archi conocida "Carnaby Street", por Chinatown; volvimos a Picadilly y a Leicester Square; dedicamos un buen rato a la "Lego Strore" y a la tienda de "Emanen´s"; disfrutamos del ambiente, que al final, es de las mejores cosas que tiene Londres.
Como era el día St. George, nos dimos una vuelta de nuevo por Trafalgar Square, donde habían instalado un escenario (por la tarde tocaba la sinfónica de Londres) y había montones de puestos de comida y gente con banderas de Reino Unido por todos lados.
Y tras comer, de nuevo a Heatrow para unas horas después, llegar a nuestra Pamplona cargados con una maravillosa experiencia en Londres.
Como os decía al principio, este viaje me ha servido para reconciliarme con la ciudad. Para disfrutar viendo como a mis hijos le encanta cada vez más viajar; para emocionarme viendo como mi padre les explicaba a sus nietos la historia de los antiguos egipcios. En definitiva, un viaje increíble que siempre se quedará en nuestra memoria.
Espero que os haya gustado mi relato y si vais a Londres con niños, os pueda servir como pequeña guía de viaje. Con cariño
Helena
Muchas gracias por tu cariñosa mención Hele! Me encanta haberte ayudado a planificar tu estupendo viaje. Un diario perfecto! Qué bonito es Londres, me están entrando ganas de volver, por favor!!!!
ResponderEliminarUn besazo
Ana ♥