Hola buenos días.
Hoy toca post diferente. Nada que ver con la repostería, el fondant, los azúcares o las harinas sin gluten. Hoy os voy a contar cómo han sido nuestras últimas vacaciones por tierras holandesas.
Amsterdam nos ha encantado. A los papis y a los hijos. Es una ciudad pequeña, muy manejable para ir con peques. Es verdad que tiene ese barrio rojo y la zona de los "coffe shops" desde donde emana un olor "peculiar", pero son unas pocas calles que además, visitándolas a unas horas mañaneras, no tienen mayor problema.
Por comodidad de hacer comidas en casa debido a nuestra celiaquía, decidimos alojarnos en un apartamento. Y fue un acierto total porque nos hemos sentido "holandeses" por unos días. El apartamento estaba en pleno centro, en el canal de Singel y lo alquilamos a través de
Friendly Rentals, agencia con la que hemos viajado en varias ocasiones y siempre genial. Si queréis verlo, era
ESTE. Sus propietarios además vivían al lado y son realmente encantadores.
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Nuesta "casita" y vistas del Canal de Singel desde la misma |
Como os decía, nos hemos "pateado" toda la ciudad porque no es necesario coger transporte público, aunque uno de los días nos montamos en tranvía, ya que a los niños les hacía mucha ilusión.
Visitamos el centro con la plaza Damm y el Palacio Real (desde donde vimos salir a la reina Beatriz y a Máxima de Holanda), nos dimos una vuelta en barco por los canales alucinando con las casas flotantes que hay en ellos; vimos la zona de los museos donde se encuentran el
Rijks Museum y el de
Van Gogh, aunque no entramos en ninguno porque había muchas colas y como además el tiempo era primaveral total, nos apetecía más estar por la calle. Compramos bulbos de tulipanes en el mercado de las flores y queso Gouda... ¡¡¡que rico por favor¡¡
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Por ahí escondidos entre las letras de Amsterdam y frente al Risk Museum |
El día 24 coincidía con el cumpleaños de Nicolás, así que decidimos ir al
NEMO Museum, un verdadero paraíso para los niños. Es un museo de ciencias totalmente interactivo donde ellos pueden jugar, disfrutar, investigar... Pasamos casi tres horas y os aseguro que ellos no se querían ir. Además en la parte superior tiene una terraza con fantásticas vistas de toda la ciudad de Amsterdam.
Pero además de la capital, hicimos un par de excursiones preciosas. Una de ellas a
Keukenhof. Es el parque floral más grande del mundo, en el que se cultivan miles de flores (se calcula que hay unos 7 millones) especialmente tulipanes, y que por la floración de estos, tan sólo está abierto un par de meses al año, siendo la segunda quincena del mes de abril la mejor para ir a visitarlo. No tengo palabras para describir las llanuras inmensas rojas, amarillas, naranjas... de verdad, es sobrecogedor.
La otra de las excursiones fue a la campiña holandesa de lo que ellos llaman el "Noord Holand": llanuras y llanuras por debajo del nivel del mar; diques y el lago de agua dulce artificial más grade de Europa. El pueblo en la isla de Marken, que parecía de cuento, donde vimos hacer los clásicos zuecos de madera; o los de Volendam y Edam, donde visitamos una fábrica de quesos (de ahí su nombre). Y finalmente
Zaanse Schans, donde se encuentran los molinos de viento más antiguos de Holanda.
Con respecto a las comidas, las mayor parte de ellas las hicimos en el apartamento y el resto en restaurantes donde sabía que el tema del gluten lo tenían controlado. De todos modos, si queréis más información la podéis encontrar en mi otro blog, pinchando
aquí.
Y por hoy es todo. Espero que os haya gustado mi resumen. La verdad es que ha sido un viaje fantástico, ideal para hacer con niños (se me ha olvidado contaros el tema de las bicis.... impresionante) y ya estamos pensando en el siguiente...
Un besote.
Helena