Hola buenos días.
Me encantan los zapatos. Creo que ya os lo he dicho más de una vez. Sobre todo los que tienen mucho, mucho tacón. Obvio es decir que me encanta verlos porque otra cosa es llevarlos a diario.
Hace unos años, cuando no iba siempre con un bolso a lo "Mary Poppins" y tenía que estar con mis ojos mirando a muchos lados a la vez; vamos cuando no era madre, sí que llevaba mucho tacón.
A pesar de los dolores o el cansancio, era capaz de sobrellevar jornadas "maratonianas" con ellos sin importarme nada. Recuerdo mi época de consultora viviendo en Madrid: horas pateando empresas con mis trajes y mis tacones de 10 cm... no había dolor, ni molestia, ni ná de na. Y si el viernes te proponían ir a tomar algo tras el trabajo, allí que te ibas con ellos a echar unas cañas y un baile si se terciaba.
Pero llegó el embarazo y sobre todo, llegó Pablo. Y luego Nicolás. Y eso de correr tras ellos (y por supuesto un balón) por el césped de cualquier parque con los tacones... se volvió inviable. Jajaja.
Ahora cuando mis dos terremotos están cerca de cumplir 10 y 8 años (ni yo me lo creo aún), voy retomando esa buena costumbre de ponerme tacones. No todos los días. Que mi cuerpo serrano de 40 tacos prefiere un medio tacón o una bota plana. Pero de vez en cuando, subirse a un stiletto y verse esa pierna laaaarrrga, ese culo tieso (bueno, más o menos) mola. Sí señor, mola.
Y todo este rollo para enseñaros mi última creación zapatera. Espero que os guste mucho.
Hace unos años, cuando no iba siempre con un bolso a lo "Mary Poppins" y tenía que estar con mis ojos mirando a muchos lados a la vez; vamos cuando no era madre, sí que llevaba mucho tacón.
A pesar de los dolores o el cansancio, era capaz de sobrellevar jornadas "maratonianas" con ellos sin importarme nada. Recuerdo mi época de consultora viviendo en Madrid: horas pateando empresas con mis trajes y mis tacones de 10 cm... no había dolor, ni molestia, ni ná de na. Y si el viernes te proponían ir a tomar algo tras el trabajo, allí que te ibas con ellos a echar unas cañas y un baile si se terciaba.
Pero llegó el embarazo y sobre todo, llegó Pablo. Y luego Nicolás. Y eso de correr tras ellos (y por supuesto un balón) por el césped de cualquier parque con los tacones... se volvió inviable. Jajaja.
Ahora cuando mis dos terremotos están cerca de cumplir 10 y 8 años (ni yo me lo creo aún), voy retomando esa buena costumbre de ponerme tacones. No todos los días. Que mi cuerpo serrano de 40 tacos prefiere un medio tacón o una bota plana. Pero de vez en cuando, subirse a un stiletto y verse esa pierna laaaarrrga, ese culo tieso (bueno, más o menos) mola. Sí señor, mola.
Y todo este rollo para enseñaros mi última creación zapatera. Espero que os guste mucho.
El zapato lo hice con pasta de goma, que sabéis que me gusta mucho porque seca rápido y es fundamental para que el tacón y la suela no se agrieten.
Además en este caso la pasta de goma la cubrí con fondant texturizado (efecto cuero) y lo pinté completamente a mano para darle un efecto más realista (a pesar de que en las fotos no se aprecia mucho).
Espero que os haya gustado mucho. A mí cada vez me gusta más hacer zapatos.
Un besote y hasta el lunes.
Helena
Que pasada, me parece fantástico el trabajo que has hecho, me encanta. Besis
ResponderEliminarMA-RA-VI-LLO-SO
ResponderEliminarSin palabras, nena!
Eres la bomba
Impresionante Helena, babeando me quedo. No se puede hacer algo más perfecto
ResponderEliminarImpresionante Helena, babeando me quedo. No se puede hacer algo más perfecto
ResponderEliminarCuanta razón con los tacones...! Cuando los llevamos, yo por lo menos, me siento como poderosa, lo ves todo desde otra perspectiva.
ResponderEliminarLa tarta-zapato es genial, si tiene hasta las costuras interiores.
Me encantaría ver un Louboutin negro altísimo hecho tarta.
bss!
impresionante¡¡¡ que manos tienes , se ve genial¡¡.
ResponderEliminarbesos crisylaura.
Eres una artistaza!!!Te quedaron perfectos!! Te entiendo perfectamente con lo de los tacones, yo todavía no tengo ni niños y ya no los aguanto todo el día, pero de vez en cuando me los pongo y es que yo creo que cambia hasta la actitud ;p un besito
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