Tarta Zapatillas Ballet

Hola buenos días.

Hay tartas que cuando las terminas te sientes absolutamente orgullosa de ellas. El porqué no sabría definirlo pero es así. Y no se trata de la complejidad o la dificultad de las mismas, sino por algo que supongo que las personas que hacen cualquier trabajo manual o artesano (pintura, escultura, srap, costura....) podéis entender.

Es lo que me pasó en la tarta de Enara. La idea inicial era haber hecho un modelado de una bailarina. Susana, la mama de la comulganta, tenía en mente una de las figuras del gran Carlos Lischetti. Pero desde el principio yo le comenté (me gusta ser honesta) que yo le podía hacer algo similar pero en ningún caso, una figura igual. Por varios motivos, pero sobre todo porque para mí los modelados de Carlos son mucho más que eso: son verdaderas esculturas en azúcar. Y sinceramente, llegar a la mitad de su nivel para mí ya sería mucho.

Al final le dimos una vuelta al tema y decidimos sustituir la bailarina por unas zapatillas de ballet. Las modelé con pasta de goma para que pudiesen tener buena consistencia y las pinté con colorante rosa perlado líquido.

El resto de la tarta estaba forrada con fondant perlado. Personalmente me gusta mucho más como queda para este tipo de tartas que el blanco puro. Una tarta delicada, elegante y a la que las fotos con el fondo blanco sinceramente, no le hacen justicia.

El bizcocho era de chocolate negro relleno de swiss merengue buttercream de nutella. La parte de arriba era falsa, para que Enara la pudiese guardar de recuerdo de su comunión junto con las zapatillas de ballet.

Espero que os haya gustado mucho.

Un besote

Helena