Bautizo de Irene

Hola.

¡¡¡Por fin ha llegado el verano¡¡¡¡¡

Estoy encantada de la vida porque eso de ir en sandalias, con poca ropa y que los niños no se quejen porque hay que ponerles 10 capas y parecen a los muñecos de michelín, no tiene precio.

Eso sí, me he empezado a dar cuenta de que la repostería y el calor no acaban de llevarse bien del todo. El fondant se queda "blandurrio", no coje consistencia; y ni os cuento la glasa, que tiene vida propia. Así que bueno, habrá que adaptarse a la nueva situación.

Las galletas de hoy son para el bautizo de Irene, la hija de mi amiga Raquel. Raquel es... mi bruja, mi loca, mi "hermana madrileña". 

Nos conocimos hace ya más de 10 años cuando coincidimos trabajando en la misma consultora en Madrid. Congeniamos enseguida y ella se convirtió en mucho más que una amiga. Como yo estaba "sin familia" (mis padres vivían aquí en Pamplona) los suyos me acogieron como "una más". 

Pero la vida a veces es dura, muy dura y su padre falleció de un infarto. Y la vida siguió siendo dura con ella por otras muchas razones... 

Raquel nunca perdió la sonrisa, pero sus preciosos ojos azules dejaron de  lucir parte del brillo que tenían cuando yo la conocí. Pero el nacimiento de su niña, de Irene, le ha devuelto esa intensidad, esas ganas de luchar. 

Y yo desde aquí "hermana" sólo te deseo lo mejor, porque tu madre, tu niña y tú os lo merecéis. Porque sois buena gente, porque la vida ha sido muy dura con vosotras y porque ¡¡¡OS QUIERO MUCHO¡¡¡¡

Os deseo un buen fin de semana.

Besotes